El cáncer de mama en las personas mayores.

Por Dr. Bernardo Arispe.

El cáncer de mama es el más frecuente y representa la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. En Uruguay se detectan aproximadamente 2000 casos nuevos al año y 700 fallecimientos por esta causa.

La edad de presentación más frecuente es después de los 50 años.

Los principales factores de riesgo no modificables para presentar cáncer de mama son: ser mujer, mayor de 50 años, haber tenido cáncer de mama, tener madre o hermana que hayan desarrollado la enfermedad.

A pesar de esto un 70% de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no tienen el antecedente familiar.

Los factores de riesgo modificables son llevar un estilo de vida basado en alimentación saludable, reducir el consumo de alcohol y actividad física para prevenir el sedentarismo y consecuente sobrepeso y obesidad que representan un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama.

La detección temprana es fundamental para realizar un tratamiento oportuno. Para esto se recomienda consulta médica anual para evaluación clínica e indicación de estudios necesarios.

La mamografía es el principal estudio empleado para detección precoz y esta indicado cada 2 años en mujeres de entre 50 y 74 años.

Es importante el autoconocimiento de las mamas para identificar algunas señales de alerta. Las mismas son: nódulos en la mama o axila, hinchazón o cambios de forma de la mama, así como cambios en la piel, alteraciones en el pezón, cambios de color y temperatura.

Con el aumento de la esperanza de vida a nivel general, se ha notado un aumento de adultas mayores con cáncer de mama. Hasta un tercio de los nuevos casos se presentan en mayores de 70 años.

Es habitual que se limiten los esfuerzos terapéuticos en adultas mayores con cáncer por el hecho de tener edad avanzada, sin contemplar muchos factores que hacen tan complejo el abordaje de los mismos, por lo que es hace fundamental el trabajo interdisciplinario entre oncólogos y geriatras para ofrecer un tratamiento individualizado, ajustado a las particularidades de cada paciente.

Por último, cabe realizarse algunas preguntas a la hora de ofrecer un tratamiento a un adulto mayor con cáncer: El paciente; ¿morirá de cáncer o con cáncer?, ¿sufrirá las complicaciones del mismo?, el tratamiento; ¿aportará más beneficio que daño?

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